Las deformidades de los dedos menores del pie (del segundo al quinto) son muy frecuentes y pueden afectar tanto la estética del pie como su funcionalidad. Estas alteraciones provocan dolor, dificultad para caminar y limitaciones al calzarse. Las más comunes son el dedo en martillo, el dedo en garra y el dedo en mazo. Cada una tiene características distintas, pero todas pueden causar molestias importantes si no se tratan a tiempo.

Dedo en martillo

¿Qué es?

El dedo en martillo es la deformidad más habitual de los dedos menores. Se produce cuando la articulación interfalángica proximal del dedo (la del medio) se flexiona de forma anormal hacia abajo, dando lugar a un aspecto arqueado, similar a un pequeño martillo. Aunque puede presentarse en cualquier dedo, es más común en el segundo.

Síntomas

Inicialmente la deformidad puede ser flexible, pero con el tiempo se vuelve rígida, dificultando el movimiento y provocando dolor persistente, especialmente al usar calzado estrecho. Uno de los signos más característicos es la aparición de un callo doloroso en la parte superior del dedo, justo donde roza con el zapato.

Causas

Las causas más frecuentes incluyen el uso prolongado de calzado inadecuado (estrecho o con tacón alto), deformidades del primer dedo como el hallux valgus (juanete), traumatismos, desequilibrios musculares y enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.

Tratamiento

Tratamiento conservador

En casos flexibles, se recomiendan medidas como el uso de calzado amplio, protectores o almohadillas, férulas y ejercicios de estiramiento y fortalecimiento.

Tratamiento quirúrgico

Cuando la deformidad es rígida o muy dolorosa, puede indicarse la cirugía. Esta puede incluir liberación o alargamiento de tendones, resección de parte del hueso o fijación del dedo en posición funcional.

Dedo en garra

¿Qué es?

Es una deformidad más compleja que afecta simultáneamente a varias articulaciones del dedo. Las interfalángicas proximal y distal se flexionan hacia abajo, mientras que la metatarsofalángica se extiende hacia arriba, creando una forma de garra.

Causas

Suele estar asociada a alteraciones neurológicas o a desequilibrios musculares. Es común en personas con pie cavo, diabetes, enfermedades neuromusculares o tras traumatismos. A menudo afecta a varios dedos a la vez y evoluciona de forma progresiva hasta la rigidez completa.

Síntomas

Los pacientes refieren dolor al caminar, aparición de callosidades en la planta del pie o en la punta de los dedos, dificultad para calzarse y pérdida progresiva de la movilidad. En fases avanzadas el dedo queda fijo y puede alterar la marcha.

Tratamiento

Tratamiento conservador

Incluye modificaciones en el calzado, uso de plantillas con descarga, férulas, protectores digitales y fisioterapia específica.

Tratamiento quirúrgico

Si no hay mejoría o la deformidad es rígida, se recurre a la cirugía. Las opciones incluyen liberaciones tendinosas, osteotomías o fijaciones articulares, según el grado de deformidad.

Dedo en mazo

¿Qué es?

El dedo en mazo es una deformidad que afecta únicamente a la articulación interfalángica distal del dedo, es decir, la más cercana a la uña. Se produce una flexión permanente de esta articulación, lo que da al dedo un aspecto redondeado y recogido en su extremo, similar a un mazo.

Causas

Puede deberse a traumatismos, uso de calzado estrecho, alteraciones neuromusculares o ser secundaria a otras deformidades del antepié. También puede aparecer en combinación con otras deformidades, como el dedo en martillo o en garra.

Síntomas

Los pacientes suelen presentar dolor en la punta del dedo afectado, dificultad para calzarse y formación de callosidades o úlceras por presión. En fases avanzadas, la deformidad puede volverse rígida e impedir el apoyo correcto del pie.

Tratamiento

Tratamiento conservador

Incluye calzado con puntera ancha, protectores digitales, ortesis de silicona y fisioterapia para mantener la movilidad.

Tratamiento quirúrgico

Indicado cuando hay dolor persistente o rigidez. Puede consistir en una artroplastia de resección de la falange distal, artrodesis interfalángica distal o corrección de partes blandas según el caso.

Conclusión

Las deformidades de los dedos menores del pie, como el dedo en martillo y el dedo en garra, son mucho más que un problema estético. Pueden afectar seriamente a la calidad de vida, provocando dolor crónico, dificultad para caminar y alteraciones funcionales. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adaptado a cada caso son fundamentales para evitar complicaciones y recuperar la comodidad y funcionalidad del pie.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *