Dolor en la base de los dedos

Las lesiones de la placa plantar son una causa frecuente de dolor en la base de los dedos del pie, especialmente en la articulación metatarsofalángica del segundo dedo. A menudo pasan desapercibidas en un primer momento, pero con el tiempo pueden causar molestias intensas, sensación de inestabilidad o incluso deformidades en los dedos. Reconocer esta lesión a tiempo es clave para evitar que se cronifique o que requiera cirugía.

La placa plantar es una estructura de tejido firme y resistente que se encuentra en la base de cada dedo, justo debajo de la articulación que lo une con el metatarsiano. Su función es estabilizar el dedo, soportar las cargas al caminar y evitar que el dedo se desplace dorsalmente o se deforme. Cuando esta estructura se lesiona o se rompe, el dedo pierde estabilidad, lo que genera dolor e incluso desviación progresiva.

¿Por qué se lesiona la placa plantar?

Las lesiones de la placa plantar pueden tener varias causas, aunque suelen aparecer por sobrecarga o microtraumatismos repetidos. Entre los factores más comunes se encuentran las actividades que implican mucha carga sobre el antepié, como caminar largas distancias, correr o bailar, así como ciertas alteraciones en la estructura del pie, como el pie cavo o un segundo metatarsiano más largo de lo habitual.

También influyen el uso de calzado estrecho o con suelas finas, las deformidades asociadas como el hallux valgus, que desplazan el peso hacia los dedos menores, y los factores degenerativos relacionados con la edad.

¿Qué síntomas produce?

El síntoma más habitual es el dolor en la base del segundo o tercer dedo, que empeora al caminar o al apoyar la parte delantera del pie. En fases iniciales puede parecer una simple metatarsalgia, pero a diferencia de esta, el dolor suele estar muy localizado en un punto concreto.

Otros síntomas comunes son la inflamación o hinchazón en la base del dedo, la sensación de inestabilidad o de que el dedo ‘se escapa’, la dificultad para caminar descalzo o en superficies duras, y, en fases avanzadas, la desviación del dedo hacia arriba o hacia un lado, dando lugar a lo que se conoce como dedo flotante o dedo en martillo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se basa en la exploración física, que puede revelar dolor al presionar la articulación afectada o inestabilidad al movilizar el dedo. Para confirmar el diagnóstico, el especialista puede solicitar pruebas de imagen como una resonancia magnética, muy útil para valorar la integridad de la placa, o una ecografía de alta resolución. Las radiografías en carga también son de gran utilidad para observar la alineación de los dedos y descartar otras patologías.

¿Cuál es el tratamiento?

En fases iniciales, el tratamiento suele ser conservador. Las medidas más habituales incluyen la disminución temporal de la actividad física, el uso de calzado con suela rígida o tipo balancín, plantillas personalizadas que descarguen la articulación afectada, antiinflamatorios o fisioterapia para reducir la inflamación y mejorar la movilidad, así como evitar caminar descalzo o sobre superficies duras.

Cuando la lesión está muy avanzada o existe una deformidad asociada, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Esta puede consistir en la reparación directa de la placa plantar, la realineación del metatarsiano mediante una osteotomía, o el uso de técnicas combinadas con corrección de deformidades del dedo.

¿Cuál es el pronóstico?

Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, el pronóstico es bueno. La mayoría de los pacientes mejora con medidas conservadoras. En los casos más complejos, la cirugía ofrece buenos resultados, siempre que se realice con un enfoque individualizado y por un especialista en cirugía de pie y tobillo.

Conclusión

Las lesiones de la placa plantar pueden parecer una metatarsalgia común, pero si no se tratan a tiempo, pueden progresar y provocar deformidades. Escuchar al pie cuando duele, buscar una evaluación adecuada y actuar pronto son pasos fundamentales para recuperar la estabilidad, el confort y evitar problemas mayores a largo plazo.

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