¿Qué es el pie plano del adulto?
Se trata de una deformidad compleja caracterizada por el hundimiento parcial o total del arco longitudinal medial del pie, asociado a una desviación del talón hacia fuera (valgo calcáneo) y una abducción del antepié. Esta combinación provoca un aplanamiento de la planta del pie, que se vuelve cada vez más evidente tanto clínica como radiológicamente. El pie pierde su forma original y funcional, con consecuencias biomecánicas progresivas.
En la mayoría de los casos, esta alteración se asocia a una disfunción progresiva del tendón tibial posterior, responsable de mantener el arco interno del pie y estabilizar el retropié durante la marcha. A medida que este tendón se inflama, degenera o se rompe, el pie comienza a deformarse y aparecen los síntomas característicos.
Esta modificación de la anatomía del pie repercute en la manera de caminar, provoca fatiga precoz, dolor mecánico, desequilibrio postural y sobrecarga en articulaciones vecinas como el tobillo, la rodilla o incluso la cadera. Con el tiempo, pueden aparecer signos de artrosis en las articulaciones del retropié y mediopié.
Causas más frecuentes del pie plano del adulto
Las causas del pie plano del adulto son variadas, aunque la más habitual es la disfunción del tendón tibial posterior. Otras causas relevantes incluyen:
– Traumatismos previos o fracturas mal consolidadas en el pie o el tobillo
– Hiperlaxitud ligamentosa constitucional o adquirida
– Artritis inflamatorias, especialmente la artritis reumatoide
– Obesidad o sobrepeso mantenido a lo largo del tiempo
– Secuelas postquirúrgicas u otras causas degenerativas
– Alteraciones neuromusculares (como parálisis o distrofias)
En algunos pacientes, pueden coexistir varios factores desencadenantes, lo que acelera la progresión de la deformidad.
Síntomas habituales del pie plano adquirido
El paciente con pie plano del adulto acude habitualmente a consulta por dolor en la cara interna del tobillo, en el mediopié o en la planta del pie, especialmente tras caminar o estar de pie durante largos periodos. Otros síntomas frecuentes incluyen:
– Sensación de fatiga, pesadez o tensión en el pie afectado
– Dificultad progresiva para calzarse o usar ciertos tipos de calzado
– Deformidad visible del pie, con colapso del arco medial
– Inestabilidad al caminar, especialmente en terrenos irregulares
– En fases avanzadas, dolor en la parte externa del pie, por sobrecarga de otras estructuras
Tratamiento quirúrgico del pie plano del adulto
En los estadios iniciales, el tratamiento conservador puede aliviar los síntomas. Este incluye:
– Uso de plantillas ortopédicas personalizadas
– Ejercicios de fisioterapia y fortalecimiento del pie y tobillo
– Calzado adecuado con soporte de arco y suela firme
– Control del peso corporal
Cuando la deformidad es estructural, progresiva o dolorosa a pesar del tratamiento conservador, está indicada la cirugía. El abordaje quirúrgico debe adaptarse al estadio clínico y radiológico del paciente, combinando varias técnicas si es necesario:
– Osteotomía de calcáneo
– Transferencia del tendón flexor largo del dedo gordo (FHL)
– Alargamiento del tendón de Aquiles o de los gemelos
– Osteotomías del mediopié
– Artrodesis (fusión) de articulaciones del retropié
Un enfoque especializado en pie plano del adulto en Sevilla y Huelva
El Dr. Miguel Ángel Román Cañada ofrece un enfoque personalizado, riguroso y quirúrgico avanzado para el tratamiento del pie plano del adulto en Sevilla.
Atiendo también a pacientes procedentes de Huelva, Cádiz y otras provincias andaluzas, que buscan una opinión experta y técnicas modernas y seguras. En mi consulta realizo un estudio detallado, una planificación quirúrgica precisa y un seguimiento postoperatorio riguroso para garantizar la mejor recuperación posible.
Si tienes dolor persistente en el pie, has notado un cambio progresivo en la forma de tu pisada o te han diagnosticado pie plano, no dudes en consultar con un especialista.
La cirugía del pie plano en adultos, realizada por manos expertas, puede restaurar la estabilidad, el confort y la movilidad que habías perdido.