El dedo en garra es una deformidad compleja en la que el dedo adopta una posición curvada característica, con flexión tanto de la articulación metatarsofalángica como de la interfalángica proximal.

Esta curvatura hace que el dedo adquiera una forma parecida a la garra de un animal, de ahí su nombre. Afecta con mayor frecuencia a los dedos centrales del pie y puede comprometer severamente la biomecánica de la marcha.

Causas

Se asocia a menudo con alteraciones neuromusculares, enfermedades reumatológicas, diabetes mellitus, pie cavo o desequilibrios musculares derivados de otras patologías del pie.

El uso habitual de calzado estrecho o con tacón también es un factor de riesgo frecuente, ya que obliga a los dedos a mantenerse en una posición forzada durante largos periodos.

Síntomas

El dedo en garra puede provocar dolor al caminar, inflamación localizada en la parte superior de los dedos, dificultad para calzarse, sensación de presión continua y aparición de callos dolorosos.

Con el tiempo, la deformidad puede hacerse rígida e irreductible, dificultando aún más la función del pie y favoreciendo compensaciones posturales.

Tratamiento

En fases iniciales, el tratamiento se basa en medidas conservadoras: calzado cómodo y amplio, plantillas personalizadas, protectores digitales de silicona, fisioterapia para reequilibrar la musculatura y estiramientos específicos.

Cuando la deformidad en garra ha evolucionado hacia una rigidez permanente o los síntomas limitan gravemente la movilidad y la calidad de vida, puede estar indicada la cirugía.

Las opciones quirúrgicas se seleccionan según el tipo y severidad de la deformidad, así como las características funcionales del paciente. Entre las técnicas empleadas se encuentran la corrección ósea para realinear el dedo, la liberación o alargamiento de tendones para restablecer el equilibrio muscular, o combinaciones de ambas.

En algunos casos, puede requerirse también la artrodesis de articulaciones afectadas para estabilizar el dedo y eliminar el dolor asociado al movimiento.

Conclusión

La deformidad en garra puede alterar gravemente la función del pie y la calidad de vida del paciente. Un tratamiento precoz puede evitar la progresión y reducir la necesidad de cirugía.

El Dr. Miguel Ángel Román Cañada ofrece una valoración especializada en Sevilla, con atención integral a pacientes de Huelva y del resto de Andalucía.

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