¿Que es la artrodesis subastragalina?

La artrodesis subastragalina es una intervención quirúrgica indicada para aliviar el dolor crónico en el retropié cuando otras alternativas no han resultado eficaces.

Esta técnica consiste en la fusión de la articulación subastragalina, situada entre el astrágalo y el calcáneo, con el objetivo de eliminar el movimiento doloroso y estabilizar el pie. Al suprimir el movimiento de esta articulación, se consigue reducir significativamente el dolor y mejorar la función en pacientes con problemas estructurales o degenerativos.

¿Qué es la articulación subastragalina?

La articulación subastragalina conecta el astrágalo y el calcáneo, y es esencial para la movilidad del retropié. Permite los movimientos de inversión y eversión, fundamentales para caminar por superficies irregulares y mantener el equilibrio. 

Sin embargo, cuando esta articulación sufre un proceso degenerativo, como la artrosis subastragalina, o cuando existe una inestabilidad crónica del retropié, puede generar un dolor muy incapacitante que limita gravemente la calidad de vida del paciente.

La degeneración de esta articulación también puede presentarse como secuela de traumatismos previos o deformidades biomecánicas, afectando especialmente a personas activas que realizan caminatas prolongadas, trabajadores en bipedestación o pacientes con antecedentes de lesiones en el talón o el tobillo.

¿Cuándo está indicada la artrodesis subastragalina?

La cirugía subastragalina está indicada principalmente en casos de:

Artrosis subastragalina avanzada, con destrucción del cartílago articular y dolor persistente.

-Secuelas de fracturas del calcáneo o del astrágalo que provocan deformidad o incongruencia articular.

– Enfermedades inflamatorias o degenerativas.

-Deformidades del retropié, como el pie plano severo o el pie cavo varo que no responden a tratamiento ortopédico.

– Deformidades del retropié en pacientes con enfermedades neuromusculares.

– Inestabilidad dolorosa del retropié no controlada con tratamientos conservadores (inestabilidad subastragalina).

En todos estos casos, el objetivo es lograr una fusión del retropié que alivie el dolor, mejore la alineación del pie y permita una marcha más estable y segura.

¿En qué consiste la cirugía?

La intervención quirúrgica puede realizarse mediante una técnica abierta, con una incisión en la parte externa del tobillo, o mediante una artroscopia posterior del tobillo, en función del tipo de deformidad presente en la articulación y del objetivo quirúrgico.

Cuando la intención es corregir una deformidad estructural del retropié, se suele optar por la técnica abierta. Esta vía permite trabajar con mayor amplitud sobre la anatomía ósea y corregir desviaciones angulares complejas.

En cambio, si el objetivo es simplemente lograr la fusión de la articulación subastragalina debido a una artrosis dolorosa sin deformidades importantes, puede considerarse el abordaje artroscópico mediante una artroscopia posterior de tobillo. Esta técnica mínimamente invasiva ofrece ventajas como menor agresión a los tejidos, menor dolor postoperatorio y recuperación más rápida.

En ambos casos, se prepara la superficie articular eliminando el cartílago dañado, y se colocan tornillos o clavos para mantener los huesos en la posición deseada mientras se produce la fusión ósea. El uso de injerto óseo, autólogo o sintético, puede facilitar la consolidación.

La intervención se realiza bajo anestesia regional y con control radiológico intraoperatorio para asegurar una correcta alineación y posición de los implantes.

Postoperatorio y recuperación

Tras la cirugía, el paciente debe llevar una inmovilización con férula o bota ortopédica durante varias semanas. Es habitual mantener la descarga del peso sobre el pie intervenido entre 6 y 8 semanas, aunque este periodo puede ajustarse según la evolución radiológica de la fusión y las características del paciente.

A partir de ese momento, se inicia un programa de rehabilitación para recuperar la movilidad de las articulaciones vecinas, fortalecer la musculatura y readaptar la marcha progresivamente. Esta fase es clave para evitar la rigidez, mejorar la función global del pie y lograr un patrón de marcha fisiológico.

La recuperación completa puede tardar varios meses, pero el alivio del dolor suele ser evidente desde las primeras semanas. Muchos pacientes refieren una notable mejoría en su capacidad para caminar, estar de pie y realizar actividades que antes les resultaban limitantes.

Ventajas y posibles limitaciones

La artrodesis del pie ofrece resultados predecibles y un alto grado de satisfacción cuando está correctamente indicada. El principal beneficio es la eliminación del dolor provocado por la articulación degenerada o inestable, y la mejora de la alineación y la funcionalidad del retropié.

Como limitación, al eliminar el movimiento en la articulación subastragalina, algunas personas pueden notar rigidez o menor capacidad para adaptarse a terrenos irregulares. No obstante, muchas de estas funciones son compensadas por otras articulaciones del pie y del tobillo, y la mejora del dolor compensa ampliamente esta pérdida de movilidad parcial.

¿Cuál es el pronóstico?

El pronóstico es generalmente muy bueno. En la mayoría de los casos, la fusión del retropié se consolida de forma adecuada y permite al paciente recuperar una marcha más estable y sin dolor. La tasa de éxito es alta, especialmente cuando la cirugía está bien indicada y el paciente sigue correctamente las recomendaciones postoperatorias.

Los pacientes con artrosis subastragalina o deformidades dolorosas del retropié suelen experimentar una mejora notable en su calidad de vida, tanto a nivel funcional como en la reducción del dolor diario.

Conclusión

La artrodesis subastragalina es una técnica quirúrgica eficaz y consolidada para tratar el dolor en la articulación subastragalina provocado por artrosis, secuelas traumáticas o inestabilidad. Proporciona una solución definitiva cuando los tratamientos conservadores han dejado de ser eficaces y permite recuperar la funcionalidad y la estabilidad del pie.

¿Sufres dolor persistente en el retropié que limita tu actividad diaria? La cirugía subastragalina puede ayudarte a recuperar tu calidad de vida. Consulta con el Dr. Román Cañada, especialista en cirugía del pie en Sevilla y también referente para pacientes de Huelva y otras provincias de Andalucía.

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