Una técnica mínimamente invasiva para tratar el dolor y la rigidez

La artroscopia anterior de tobillo es una técnica quirúrgica compleja que requiere gran curva de aprendizaje. En manos experimentadas, permite un excelente diagnóstico y tratamiento de múltiples patologías intraarticulares. Se realiza a través de pequeñas incisiones en la parte anterior del tobillo y se ayuda de una cámara (artroscopio) y material instrumental específico. Ofrece resultados funcionales de alto nivel: menor daño tisular, recuperación más rápida y menor riesgo de complicaciones.

Indicaciones más frecuentes

Pinzamiento anterior del tobillo (impingement óseo o sinovial).
Cuerpos libres intraarticulares.
Lesiones condrocartilaginosas del astrágalo.
Sinovitis crónicas.
Artrosis leve-moderada localizada.
Diagnóstico de lesiones difíciles de detectar por imagen.

Procedimiento

Se realiza bajo anestesia regional o general. Se introducen dos o tres pequeñas cánulas por la parte anterior del tobillo y se introduce una cámara. A través de los portales se accede a la articulación para limpiar tejidos inflamados, resecar espículas óseas, extraer cuerpos libres o tratar lesiones con instrumental específico.

Recuperación

– Alta el mismo día o al siguiente.
– Reposo relativo las primeras 48-72 h.
– Inicio precoz de movilidad y fisioterapia.
– Vuelta a la actividad habitual en 3 a 6 semanas según el caso.

Conclusión

La artroscopia anterior de tobillo es una opción segura y eficaz para tratar múltiples patologías articulares de forma mínimamente invasiva. Permite una recuperación más rápida, menos dolor y una vuelta precoz a la actividad diaria, especialmente cuando se realiza por un cirujano con experiencia específica en esta técnica.

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