Los atrapamientos nerviosos en el pie y el tobillo son una causa frecuente de dolor, hormigueo, debilidad muscular o sensación de quemazón. Estos síntomas se producen cuando un nervio periférico queda comprimido o irritado a lo largo de su trayecto, afectando su función.

A diferencia de otras patologías ortopédicas, los atrapamientos nerviosos pueden pasar desapercibidos durante mucho tiempo, ya que sus manifestaciones son inespecíficas o intermitentes.

Este tipo de alteraciones puede deberse a múltiples factores, como alteraciones anatómicas, traumatismos previos, sobrecargas mecánicas, inflamaciones locales o enfermedades sistémicas como la diabetes. Identificar correctamente la causa y la localización del atrapamiento es fundamental para ofrecer un tratamiento adecuado y evitar secuelas permanentes.

A continuación se describen algunos de los síndromes de atrapamiento más frecuentes en el pie y el tobillo.

Síndrome del canal de Baxter

Es una neuropatía compresiva del nervio plantar lateral, que es una rama del nervio tibial posterior. Este nervio puede quedar atrapado a nivel del retropié, entre el músculo abductor del hallux y el cuadrado plantar, especialmente en pacientes con fascitis plantar crónica, pies cavos o deformidades del retropié.

Los pacientes refieren dolor en la parte interna del talón, con irradiación hacia la planta del pie, que suele empeorar con la actividad física y mejorar con el reposo. Es importante diferenciar este síndrome de otras causas de talalgia como la propia fascitis plantar o el atrapamiento del nervio tibial en el túnel del tarso.

Atrapamiento del nervio peroneo superficial

Este atrapamiento se produce a nivel de su salida a través de la fascia crural, en la parte anterolateral de la pierna, justo antes de su paso al dorso del pie. Se observa con frecuencia en deportistas, tras esguinces de repetición o por compresión externa prolongada (por ejemplo, botas o vendajes apretados).

El paciente describe hormigueo o entumecimiento en el dorso del pie y en el primer espacio interdigital, a menudo asociado a debilidad para levantar el pie (dorsiflexión). El dolor puede incrementarse con la palpación directa en la zona de salida del nervio.

Atrapamiento del nervio sural

El nervio sural, de origen mixto, puede verse comprimido a nivel posterolateral del tobillo o del retropié, en su trayecto hacia la región lateral del pie. Aunque menos frecuente, este atrapamiento puede generar dolor irradiado a lo largo del borde externo del pie, con parestesias o sensación de descarga eléctrica.

Puede estar asociado a cicatrices quirúrgicas, traumatismos directos o prominencias óseas. La palpación en el trayecto del nervio suele provocar dolor, y en algunos casos el diagnóstico se confirma mediante estudios de conducción nerviosa.

Atrapamiento del nervio peroneo profundo

El atrapamiento puede producirse en dos localizaciones: a nivel del cuello del peroné o en su trayecto bajo el retináculo extensor inferior del tobillo. En esta segunda localización es donde se asocia más frecuentemente al uso de calzado compresivo o a dorsiflexiones repetidas (por ejemplo, al practicar ciclismo).

El paciente puede notar dolor en el dorso del pie, entre el primer y segundo dedo, acompañado de debilidad para la extensión de los dedos. El diagnóstico clínico puede apoyarse en estudios neurofisiológicos y resonancia magnética si hay sospecha de compresión mecánica.

Diagnóstico

El diagnóstico de los atrapamientos nerviosos en el pie y el tobillo se basa en la combinación de una historia clínica detallada, una exploración física minuciosa y el apoyo de pruebas complementarias. La identificación del trayecto nervioso y la provocación de los síntomas mediante maniobras de compresión o percusión son claves en la evaluación clínica.

Los estudios de electromiografía y conducción nerviosa son fundamentales para determinar el grado de afectación y la localización exacta del atrapamiento. En algunos casos, se puede recurrir a técnicas de imagen como la resonancia magnética o la ecografía de alta resolución para descartar causas estructurales o inflamatorias.

Tratamiento

El tratamiento depende del nervio afectado, del grado de compresión y de la duración de los síntomas. Inicialmente, se opta por medidas conservadoras como el reposo, fisioterapia, modificación del calzado y tratamiento antiinflamatorio.

En casos refractarios, puede valorarse la infiltración con anestésico y corticoides, o la descompresión quirúrgica del nervio mediante técnicas abiertas o mínimamente invasivas, según el caso. La cirugía tiene como objetivo liberar el nervio atrapado y mejorar la sintomatología sin generar daños adicionales.

Conclusión

Los atrapamientos nerviosos en el pie y tobillo son una causa frecuente de dolor, hormigueo y alteraciones funcionales. Un diagnóstico precoz permite establecer un tratamiento eficaz que evite complicaciones crónicas. 


¿Sufres dolor, hormigueos o debilidad en el pie sin causa aparente? Consulta con el Dr. Miguel Ángel Román Cañada, especialista en atrapamientos nerviosos y cirugía del pie y tobillo. Atiende en Sevilla a pacientes de toda Andalucía, incluyendo Huelva, con un enfoque diagnóstico y terapéutico altamente especializado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *