Enfermedad de Freiberg: dolor en el segundo metatarsiano

¿Qué es la enfermedad de Freiberg?

La enfermedad de Freiberg, también conocida como necrosis avascular del segundo metatarsiano, es una lesión poco frecuente que afecta a la cabeza de este hueso en el antepié. 

Se considera una forma de osteonecrosis, en la que el flujo sanguíneo hacia el hueso se ve interrumpido, provocando la muerte del tejido óseo y su colapso progresivo. Aunque puede afectar a cualquier metatarsiano, el segundo es el más comúnmente implicado.

Esta condición se presenta con mayor frecuencia en mujeres jóvenes, especialmente en aquellas que realizan actividades deportivas que implican impactos repetidos en la parte delantera del pie. La biomecánica alterada del pie, junto con ciertos factores anatómicos y hormonales, contribuye a su aparición.

¿Por qué aparece la enfermedad de Freiberg?

La causa exacta no se conoce con certeza, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores. Entre los principales desencadenantes se encuentran:

  • Microtraumatismos repetitivos sobre la cabeza del segundo metatarsiano, como ocurre en deportes como la danza, el atletismo o el baloncesto.
  • Longitud excesiva del segundo metatarsiano en relación con el primero (índice metatarsal positivo), que incrementa la carga sobre esta estructura.
  • Alteraciones en la distribución de presiones plantares durante la marcha o la carrera.
  • Predisposición genética, cambios hormonales en la adolescencia y otros factores sistémicos que afectan la microcirculación ósea.

Estos factores pueden comprometer la vascularización de la cabeza metatarsal y desencadenar una necrosis progresiva, que a su vez genera deformidad, dolor y pérdida de función articular.

¿Qué síntomas produce?

El síntoma principal es un dolor localizado en la parte superior del antepié, concretamente en la base del segundo dedo. Este dolor suele acentuarse al caminar, correr o usar calzado ajustado o con tacón, y mejora en reposo.

En fases más avanzadas, el paciente puede presentar rigidez articular, hinchazón, enrojecimiento y dificultad para apoyar el pie afectado. También es frecuente la aparición de cojera o una marcha alterada, ya que se intenta evitar el apoyo sobre la zona dolorosa.

En algunos casos, pueden observarse crepitaciones o sensación de inestabilidad en la articulación metatarsofalángica afectada. La evolución sin tratamiento puede conducir a una artrosis local y a una metatarsalgia persistente.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza mediante la combinación de la historia clínica, la exploración física y las pruebas de imagen. La palpación sobre la cabeza del segundo metatarsiano suele ser dolorosa, y a veces se acompaña de edema o limitación del movimiento del dedo.

Las radiografías simples permiten observar signos característicos como el aplanamiento, la esclerosis o la fragmentación del hueso. En estadios iniciales, donde estos cambios aún no son visibles, la resonancia magnética es la prueba de elección, ya que detecta alteraciones precoces en el hueso y en los tejidos blandos adyacentes.

En ocasiones también puede solicitarse una tomografía computarizada (TAC) para valorar la arquitectura ósea con mayor precisión, especialmente si se está considerando una intervención quirúrgica.

¿Cómo se trata?

El tratamiento depende del estadio en el que se encuentre la enfermedad y del grado de afectación funcional del paciente. En fases tempranas, el enfoque es conservador e incluye:

  • Reposo relativo para reducir la sobrecarga mecánica.
  • Calzado con suela rígida o plantillas personalizadas que redistribuyan la presión del antepié.
  • Medicación analgésica o antiinflamatoria.
  • Fisioterapia para mantener la movilidad y fortalecer la musculatura intrínseca del pie.

Si estas medidas no son suficientes y los síntomas persisten, se considera el tratamiento quirúrgico. Las opciones más habituales son:

  • Forage o drilling de la cabeza metatarsal para estimular la revascularización del hueso.
  • Osteotomías de acortamiento o realineación para reducir la presión sobre la articulación y corregir la alteración estructural.
  • Remodelado articular mediante limpieza del hueso necrótico y regularización de la superficie articular.
  • En casos más avanzados o cuando se ha desarrollado una artrosis secundaria significativa que compromete la articulación metatarsofalángica, puede considerarse la extirpación quirúrgica de la cabeza del metatarsiano.

La elección de la técnica dependerá del grado de necrosis, el estado del cartílago, la edad y el nivel de actividad del paciente.

¿Cuál es el pronóstico?

El pronóstico de la enfermedad de Freiberg es generalmente bueno cuando se diagnostica a tiempo y se aplica un tratamiento adecuado. En fases iniciales, el manejo conservador suele dar buenos resultados. La mayoría de los pacientes experimenta una notable mejoría en el dolor y la función.

Sin embargo, en estadios avanzados con deformidad estructural o degeneración articular, puede persistir una cierta limitación funcional, lo que hace necesario recurrir a la cirugía para restablecer la biomecánica del pie.

Tras la intervención, el proceso de recuperación incluye un periodo variable de inmovilización, reeducación de la marcha y fisioterapia dirigida. La reincorporación a la actividad deportiva dependerá de la evolución individual.

Conclusión

La enfermedad de Freiberg es una patología poco frecuente pero potencialmente incapacitante, que afecta especialmente a mujeres jóvenes y activas. Su origen multifactorial y su presentación insidiosa dificultan a menudo su diagnóstico precoz.

No obstante, con una valoración especializada y un enfoque terapéutico adaptado a cada caso, es posible aliviar el dolor, recuperar la función y prevenir complicaciones a largo plazo. Si notas molestias persistentes en la base de los dedos del pie, acude a consulta.


El Dr. Miguel Ángel Román Cañada, especialista en cirugía avanzada de pie y tobillo, atiende en Sevilla a pacientes de toda Andalucía, incluyendo Huelva, ofreciendo soluciones expertas y personalizadas para la enfermedad de Freiberg.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *