Las fracturas de calcáneo representan una de las lesiones más complejas del pie. Este hueso, que forma la base del talón, es fundamental para la marcha y la distribución del peso corporal. Una fractura del talón puede comprometer seriamente la movilidad y funcionalidad del paciente si no se diagnostica y trata adecuadamente.
¿Qué es el calcáneo?
El calcáneo es el hueso más grande del pie y constituye la estructura principal del talón. Articula con el astrágalo (superiormente) y el cuboides (anteriormente), formando parte del retropié. Su posición estratégica y su función en la absorción de cargas lo convierten en un hueso vulnerable ante traumatismos de alta energía.
Causas más frecuentes
La fractura de calcáneo suele producirse por caídas desde altura que impactan directamente sobre el talón. También son frecuentes tras accidentes de tráfico o actividades laborales en las que existe riesgo de traumatismos verticales. Además, en personas mayores con osteoporosis, pueden aparecer tras traumatismos de baja energía.
Síntomas
El dolor intenso en la zona del retropié tras el trauma es el principal síntoma. Se suele acompañar de hinchazón, hematoma y dificultad para apoyar el pie. En casos más graves, puede observarse una deformidad visible del talón. El dolor al comprimir los lados del calcáneo (signo del calcáneo) es característico.
Diagnóstico
El diagnóstico inicial se realiza con radiografías en carga, especialmente en proyección axial y lateral, aunque son difíciles de obtener por el dolor.
Hoy en día, la prueba más fiable para evaluar una fractura de calcáneo es la tomografía axial computarizada (TAC), ya que ofrece imágenes detalladas que permiten valorar el estado de la articulación, el patrón de la fractura, el grado de fragmentación del hueso (conminución) y la magnitud del desplazamiento. Esta información es clave para decidir el tipo de tratamiento más adecuado.
En determinados casos, sobre todo si hay sospecha de daños en tejidos blandos o estructuras internas no visibles en el TAC, puede ser útil complementar el estudio con una resonancia magnética.
Clasificación
El sistema más utilizado es la clasificación de Sanders, basada en el número y localización de las líneas de fractura intraarticular en el TAC. Esta clasificación ayuda a predecir el pronóstico y decidir entre tratamiento conservador o quirúrgico.
Tratamiento conservador
En fracturas no desplazadas o pacientes con bajo requerimiento funcional, se opta por inmovilización con bota ortopédica, reposo y descarga del peso durante varias semanas. El tratamiento de la fractura de calcáneo también puede incluir férulas, control del dolor y fisioterapia. Es esencial realizar un seguimiento radiológico para confirmar la consolidación.
Tratamiento quirúrgico
Esta intervención puede realizarse mediante un abordaje abierto tradicional, que ofrece una visualización directa pero implica un mayor riesgo de complicaciones en tejidos blandos, o mediante técnicas mínimamente invasivas, cada vez más utilizadas por sus buenos resultados en fracturas seleccionadas.
La elección de la técnica quirúrgica depende del patrón de fractura, el grado de desplazamiento, el estado de la piel y el perfil del paciente. En casos complejos, también puede emplearse material de osteosíntesis específico para fijar los fragmentos óseos y facilitar una consolidación anatómica.
Complicaciones
Las complicaciones más comunes incluyen la artrosis postraumática de la articulación subastragalina, la infección en cirugías abiertas y el retardo de consolidación. El dolor crónico en el talón también es una complicación posible aunque se consiga una alineación adecuada.
Rehabilitación
La rehabilitación es una fase crucial del tratamiento de la fractura de calcáneo. Incluye la recuperación progresiva de la movilidad, el fortalecimiento muscular y la readaptación a la marcha. El uso de fisioterapia especializada es fundamental para una recuperación funcional óptima.
Pronóstico
El pronóstico depende del tipo de fractura y del tratamiento realizado. Las fracturas simples tienen mejor evolución. Las fracturas complejas, especialmente las intraarticulares, pueden derivar en artrosis del talón si no se tratan correctamente. Con un abordaje adecuado, es posible minimizar secuelas y recuperar la funcionalidad.
Conclusión
Las fracturas de calcáneo requieren un diagnóstico y tratamiento especializado para evitar complicaciones. Ya sea mediante tratamiento conservador o cirugía de fractura de calcáneo, el objetivo es restaurar la morfología del talón, eliminar el dolor y devolver la movilidad al paciente.
¿Has sufrido una fractura de talón o sientes dolor tras una caída o traumatismo en el retropié? Consulta con el Dr. Román Cañada, especialista en fracturas del pie y tobillo en Sevilla. También atiende a pacientes de Huelva y otras zonas de Andalucía.